domingo, 19 de marzo de 2017

"El Hijo Pródigo. Revista literaria", Diana Andrea Pérez Adame

El Hijo Pródigo. Revista literaria


Si bien durante el siglo XIX la publicación de distintas revistas literarias en nuestro país fue por demás fructífera para las letras mexicanas —ya que se intentaba construir una identidad nacional a base de literatura, cultura y reflexiones filosóficas— el siglo XX no se queda atrás. Durante la primera mitad del siglo, revistas como Contemporáneos, Taller, Tierra Nueva, Letras de México, Cuadernos Americanos, Plural y Vuelta son sólo algunos intentos por continuar la labor divulgadora de la cultura en México, que además de ser ejercicios en pro de la literatura, buscaban ser un lugar donde discutir problemáticas locales y mundiales.
           
Así pues, El Hijo Pródigo. Revista literaria fue una importante publicación mensual que, durante poco más de tres años (42 meses, 42 números), dio palabra a grandes personalidades de México y del extranjero. Su fundador y director, Octavio G. Barreda, se sirvió de la revista teatral europea The Mask (de Edward Gordon Craig) para su realización. De este modo, luego de una plática entre el propio Barreda y Octavio Paz, el 15 de abril de 1943 salió a la venta el primer número de la revista con un costo de $1.50 pesos. A partir de tal fecha y hasta el 15 de septiembre que finalizó, la revista incluyó trabajos de 323 autores, a saber 87 de mexicanos, 46 de españoles, 24 de franceses, 20 de latinoamericanos, 13 de ingleses, 13 de norteamericanos, 11 de alemanes y 18 de diversas nacionalidades[1].
En cuanto a los tipos de textos, cabe resaltar la sección de poesía en la cual se publicaron 43 colaboraciones: 26 de mexicanos, 9 de latinoamericanos y 8 de españoles. Por otro lado, uno de los reconocimientos mayores hacia esta revista fue su labor difusora en el teatro: se incluyeron un total de 23 piezas dramatúrgicas: 11 de mexicanos, tres de españoles, cuatro traducciones del francés, dos del italiano, dos del ruso y una del alemán. Además, El Hijo Pródigo incluyó traducciones de personalidades como T. S. Eliot, P. Valéry, A. Huxley y A. Chéjov, por ejemplo.
           Referente a la constitución espacial, tipográfica y de diseño de la revista, ésta tuvo tres secciones permanentes: “Notas”, “Correspondencia” e “Imaginación y Realidad”, las cuales acompañaban a todas las temporales que dependían de temas del mes y de los autores-colaboradores. Por otro lado, la portada, aunque no variaba mucho de estructura, siempre alternaba de ilustración; debajo de ésta iba el sumario, y más abajo se anunciaba el artículo más sobresaliente del número. Así mismo, los datos de la portada estaban enmarcados por frases correspondientes a obras literarias.
        Muchos fueron los nombres importantes que plasmaron su obra en El Hijo Pródigo. Además de Octavio G. Barreda —el cual apareció como editor desde el núm. 1 hasta el 29; posteriormente, como fundador— los principales colaboradores de la revista fueron Xavier Villaurrutia —quien fue director a partir del núm. 30—, Alí Chumancero, Celestino Gorostiza, Antonio Sánchez Barbudo, Octavio Paz, Gilberto Owen, Rafael Solana, José Luis Martínez y Leopoldo Zea.  Conjuntamente aparecían Jaime Torres Bodet, Carlos Pellicer, Elías Nandino y Pedro Henríquez Ureña; todos ellos bajo la administración del periodista Isaac Rojas Rosillo. De este modo, entre las páginas de El Hijo Pródigo, convivieron escritores de la generación de Contemporáneos, del grupo de Taller, y del grupo Tierra Nueva pues acababan de concluir sus revistas —Contemporáneos (1931); Taller y Romance (1941); Tierra Nueva (1942) —.


      
      En esta época en la que acababan de concluir revistas prometedoras, y donde se estaba desarrollando en México la que años después sería una importantísima industria editorial, circuló El Hijo Pródigo complementando a Letras de México —revista también fundada por G. Barreda— pues los textos de ésta última, como su nombre lo dice, se limitaban a nuestro territorio nacional. De tal suerte, “[s]i Letras de México tenía una tarea informativa y de divulgación de los nuevos valores, a El Hijo Pródigo le tocaba presentar los valores ya realizados, las experiencias maduras dentro de la dirección más avanzada y de mayor calidad en nuestro medio literario y artístico.”[2] Así, sin olvidar la época de guerra que vivía el mundo y que esta revista estuvo envuelta en varios incidentes “políticos” como el que Pablo Neruda sentenciara “a diestra y (sobre todo) a siniestra que El Hijo Pródigo era fascista y sede de reaccionarios como Victor Serge, Jean Malaquais, Benjamin Péret y César Moro”; o cuando “Diego Rivera montó en cólera por un artículo de Ramón Gaya”[3] criticando (por muchos más insultando) a la obra de José Guadalupe Posada es innegable que

El Hijo Pródigo tuvo un impacto de enorme trascendencia, pues renovó la poesía y la narración; impulsó la creación del nuevo teatro mexicano; alentó la aparición de una crítica literaria y pictórica moderna… En sus páginas se prestó atención a diversos temas de cultura prehispánica, al tiempo que se publicaron traducciones foráneas, de autores clásicos y modernos. Asimismo, convivieron y escribieron en la revista autores mexicanos y españoles (exiliados), pertenecientes a diferentes generaciones y tendencias artística.[4]

Diana Andrea Pérez Adame

Bibliografía:

--------. “Presentación” en El Hijo Pródigo 1943-1946. I Abril de 1943-Septiembre de 1943, México, Fondo de Cultura Económica, 1983. (Revistas Literarias Mexicanas Modernas).

---------. “El Hijo Pródigo. Revista Literaria”, Enciclopedia de la Literatura en México, s/a (consultada el 10 de febrero de 2017). Artículo en línea disponible  en http://www.elem.mx/institucion/datos/1848

--------. Diccionario de literatura mexicana. Siglo XX, coordinación de Armando Pereira. Colaboración de Claudia Albarrán, Juan Antonio Rosado, Angélica Tornero, 2ª ed., México, Universidad Nacional Autónoma de México / Instituto de Investigaciones Filológicas / Centro de Estudios Literarios / Ediciones Coyoacán, 2004.

Sheridan, Guillermo. “Octavio Paz: cartas de Berkeley”, Letras libres, s/a 6 de noviembre de 2011, (consultada el 11 de febrero de 2017). Artículo en línea disponible  en http://www.letraslibres.com/mexico/octavio-paz-cartas-berkeley



De las fotos:

Octavio G. Barreda obtenida del enlace <http://www.juristasunam.com/octavio-paz-en-la-memoria-de-otros-octavio-g-barreda/23281/> en marzo de 2017.

Octavio Paz obtenida del enlace  <http://www.elem.mx/institucion/datos/1867> en marzo de 2017.

El Hijo Pródigo (primer número) obtenida del enlace <http://www.letraslibres.com/mexico/editor> en marzo de 2017.








[1] Los datos cuantitativos que ofrezco en esta semblanza (número de autores y publicaciones) los retomo de la “Presentación” del libro compilatorio de El Hijo Pródigo publicado por el Fondo de Cultura Económica en 1983, así como del Diccionario de literatura mexicana que coordinó Armando Pereira.
[2] “Presentación” en El Hijo Pródigo…, p. 7.
[3] Sheridan, Guillermo. “Octavio Paz: cartas de Berkeley”, http://www.letraslibres.com/mexico/octavio-paz-cartas-berkeley
[4] “Presentación” en El Hijo Pródigo…, p. 15.

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