El
Hijo Pródigo. Revista
literaria
Si bien durante
el siglo XIX la publicación de distintas revistas literarias en nuestro país
fue por demás fructífera para las letras mexicanas —ya que se intentaba
construir una identidad nacional a base de literatura, cultura y reflexiones
filosóficas— el siglo XX no se queda atrás. Durante la primera mitad del siglo,
revistas como Contemporáneos, Taller, Tierra Nueva, Letras de
México, Cuadernos Americanos, Plural y Vuelta son sólo algunos intentos por continuar la labor divulgadora
de la cultura en México, que además de ser ejercicios en pro de la literatura,
buscaban ser un lugar donde discutir problemáticas locales y mundiales.
En
cuanto a los tipos de textos, cabe resaltar la sección de poesía en la cual se
publicaron 43 colaboraciones: 26 de mexicanos, 9 de latinoamericanos y 8 de
españoles. Por otro lado, uno de los reconocimientos mayores hacia esta revista
fue su labor difusora en el teatro: se incluyeron un total de 23 piezas dramatúrgicas:
11 de mexicanos, tres de españoles, cuatro traducciones del francés, dos del
italiano, dos del ruso y una del alemán. Además, El Hijo Pródigo incluyó traducciones de personalidades como T. S.
Eliot, P. Valéry, A. Huxley y A. Chéjov, por ejemplo.
Referente a la constitución
espacial, tipográfica y de diseño de la revista, ésta tuvo tres secciones
permanentes: “Notas”, “Correspondencia” e “Imaginación y Realidad”, las cuales
acompañaban a todas las temporales que dependían de temas del mes y de los autores-colaboradores.
Por otro lado, la portada, aunque no variaba mucho de estructura, siempre
alternaba de ilustración; debajo de ésta iba el sumario, y más abajo se
anunciaba el artículo más sobresaliente del número. Así mismo, los datos de la
portada estaban enmarcados por frases correspondientes a obras literarias.
Muchos fueron los nombres
importantes que plasmaron su obra en El
Hijo Pródigo. Además de Octavio G. Barreda —el cual apareció como editor
desde el núm. 1 hasta el 29; posteriormente, como fundador— los principales
colaboradores de la revista fueron Xavier Villaurrutia —quien fue director a
partir del núm. 30—, Alí Chumancero, Celestino Gorostiza, Antonio Sánchez
Barbudo, Octavio Paz, Gilberto Owen, Rafael Solana, José Luis Martínez y
Leopoldo Zea. Conjuntamente aparecían Jaime
Torres Bodet, Carlos Pellicer, Elías Nandino y Pedro Henríquez Ureña; todos
ellos bajo la administración del periodista Isaac Rojas Rosillo. De este modo,
entre las páginas de El Hijo Pródigo, convivieron
escritores de la generación de Contemporáneos, del grupo de Taller, y del grupo
Tierra Nueva pues acababan de concluir sus revistas —Contemporáneos (1931); Taller
y Romance (1941); Tierra Nueva (1942) —.
En
esta época en la que acababan de concluir revistas prometedoras, y donde se
estaba desarrollando en México la que años después sería una importantísima
industria editorial, circuló El Hijo
Pródigo complementando a Letras de
México —revista también fundada por G. Barreda— pues los textos de ésta
última, como su nombre lo dice, se limitaban a nuestro territorio nacional. De
tal suerte, “[s]i Letras de México
tenía una tarea informativa y de divulgación de los nuevos valores, a El Hijo Pródigo le tocaba presentar los
valores ya realizados, las experiencias maduras dentro de la dirección más
avanzada y de mayor calidad en nuestro medio literario y artístico.”[2] Así, sin olvidar la época
de guerra que vivía el mundo y que esta revista estuvo
envuelta en varios incidentes “políticos” —como
el que Pablo Neruda sentenciara “a diestra y (sobre todo) a siniestra que El Hijo Pródigo era fascista y sede de
reaccionarios como Victor Serge, Jean Malaquais, Benjamin Péret y César Moro”;
o cuando “Diego Rivera montó en cólera por un artículo de Ramón Gaya”[3]
criticando (por muchos más insultando) a la obra de José Guadalupe Posada— es innegable que
El
Hijo Pródigo
tuvo un impacto de enorme trascendencia, pues renovó la poesía y la narración;
impulsó la creación del nuevo teatro mexicano; alentó la aparición de una
crítica literaria y pictórica moderna… En sus páginas se prestó atención a
diversos temas de cultura prehispánica, al tiempo que se publicaron
traducciones foráneas, de autores clásicos y modernos. Asimismo, convivieron y
escribieron en la revista autores mexicanos y españoles (exiliados),
pertenecientes a diferentes generaciones y tendencias artística.[4]
Diana Andrea Pérez
Adame
Bibliografía:
--------.
“Presentación”
en El Hijo Pródigo 1943-1946. I Abril de
1943-Septiembre de 1943, México, Fondo de Cultura Económica, 1983.
(Revistas Literarias Mexicanas Modernas).
---------. “El Hijo Pródigo. Revista
Literaria”, Enciclopedia de la Literatura
en México, s/a (consultada el 10 de febrero de 2017). Artículo en línea
disponible en http://www.elem.mx/institucion/datos/1848
--------. Diccionario de literatura mexicana. Siglo XX, coordinación de
Armando Pereira. Colaboración de Claudia Albarrán, Juan Antonio Rosado,
Angélica Tornero, 2ª ed., México, Universidad Nacional Autónoma de México /
Instituto de Investigaciones Filológicas / Centro de Estudios Literarios /
Ediciones Coyoacán, 2004.
Sheridan, Guillermo. “Octavio
Paz: cartas de Berkeley”, Letras libres,
s/a 6 de noviembre de 2011, (consultada el 11 de febrero de 2017). Artículo en
línea disponible en http://www.letraslibres.com/mexico/octavio-paz-cartas-berkeley
De las fotos:
Octavio G. Barreda obtenida del
enlace <http://www.juristasunam.com/octavio-paz-en-la-memoria-de-otros-octavio-g-barreda/23281/>
en marzo de 2017.
Octavio Paz obtenida del enlace <http://www.elem.mx/institucion/datos/1867>
en marzo de 2017.
El
Hijo Pródigo (primer
número) obtenida del enlace <http://www.letraslibres.com/mexico/editor>
en marzo de 2017.
[1] Los datos cuantitativos que
ofrezco en esta semblanza (número de autores y publicaciones) los retomo de la
“Presentación” del libro compilatorio de El
Hijo Pródigo publicado por el Fondo de Cultura Económica en 1983, así como
del Diccionario de literatura mexicana que
coordinó Armando Pereira.
[2] “Presentación” en El Hijo Pródigo…, p. 7.
[3] Sheridan,
Guillermo. “Octavio Paz: cartas de Berkeley”, http://www.letraslibres.com/mexico/octavio-paz-cartas-berkeley
[4] “Presentación” en El Hijo Pródigo…, p. 15.
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