Estrategias de locución e ilocución para la creación del ritmo
poético en “Piedra de Sol”
El
28 de septiembre de 1957, el Fondo de Cultura Económica publicó “Piedra de Sol”
de Octavio Paz en la colección Tezontle.
Esta obra fue muy atractiva debido a que el autor logró trasladar su percepción
del mundo al discurso poético valiéndose tanto de eclécticos contenidos
temáticos como de una estructura textual muy peculiar. Así, la arquitectura exterior
del poema (la cual se percibe como circular ya que los primeros seis versos son
idénticos a los últimos) y la cadencia dada por la multiplicidad de ritmos que
nos conceden sus versos, son análogas al interior temático de la obra: la
creación del universo, el movimiento de traslación de Venus, el ciclo cósmico, la
continuidad, la libertad moral del hombre. Aunque en el presente estudio no
podré profundizar en las conexiones directas que existen entre la forma del
poema y los ejes temáticos del mismo, sí trataré de resaltar algunos de los
elementos de la organización intencional del texto que dotan a éste de un ritmo
muy peculiar y que, al mismo tiempo, dan cuenta de las estrategias locutivas e
ilocutivas en el macronivel autor-lector.
El
sentido y el ritmo de “Piedra de Sol” se muestran desde su íncipit. El poema posee un epígrafe compuesto por un fragmento de
“Arthémis” de Gérard de Nerval, paratexto que nos sirve como punto de partida
para desentrañar y entretejer los sentidos a los que nos enfrentaremos a lo largo
de nuestra lectura, pues funciona como uno de los “guiños que activan y dirigen
la lectura”.[1]
Una
vez que comenzamos a leer los versos del poema de Paz, observamos que está
escrito en endecasílabos que carecen de rima y cuyos acentos principales
varían. Así, el verso blanco ofrece
libertad tanto al autor como al lector, pues el resultado será un poema polirrítmico
basado en juegos de quietud y de movimiento: “árbol bien plantado mas danzante”;[2]
y aún de fragmentación: “avanza, retrocede, de un rodea”.[3]
Así pues, es destacable que el poema inicia con letra minúscula, lo que nos
indica que el íncipit no es sino la
continuación de un “itinerario circular”[4]
que no tiene final, pues el sexto endecasílabo, el cual es a su vez el verso
número 590, queda quebrantado, y los dos puntos denotan una continuación de la
frase poética, un “recomienzo infinito del poema”.[5]
Por lo anterior, pienso que los primeros seis versos de este poema nos dan
indicios sobre cómo será el fluir verbal
de todo el texto.
A
través de esta revisión del inicio de “Piedra de Sol” podemos advertir tanto
algunas de las estrategias locutivas del texto, es decir, las “estrategias
retóricas y poéticas”,[6]
como algunas de las estrategias ilocutivas, las cuales, en relación con las
locutivas, “nos ayuda[n] a comprender el TL como un entramado perfectamente
intencional”.[7] Así, el
ritmo creado a través de la disposición de las palabras, de los acentos, de las
pausas, al igual que cuando tocamos un tambor, “revela una cierta
intencionalidad […] El ritmo provoca una expectación”[8]
sobre el lector.
Al
continuar con la lectura de “Piedra de Sol”, nos podemos percatar de que los
conjuntos de versos, a los cuales Hugo Verani denomina secuencias irregulares y
no estrofas,[9] están
separados por espacios en blanco. En el poema no existe ningún punto. El signo
de puntuación más frecuente es la coma, seguida por los dos puntos (20 en
total), punto y coma (11) y tres puntos (4). Así, vemos que este poema está
estructurado en su mayoría con oraciones yuxtapuestas, “cada una de las cuales
actúa como puente, como etapa, confundiéndose casi, en el nivel imaginístico,
con la que le precede y con la que le sigue”.[10]
Así, encontramos una mínima cantidad de marcadores discursivos y de conectivos
hipotácticos pues, al existir poca
subordinación, predominan los conectivos paratácticos[11]
que organizan la información de una forma horizontal, creando tanto enlaces
sintácticos como ligaduras rítmicas.
Por
todo lo anterior, pienso que los recursos retóricos y los elementos estructurales
tales como la métrica, la rima, la puntuación, el incipit, el final, el paratexto, los espacios en blanco, y la
disposición de las palabras en “Piedra de Sol” son actos intencionados del
autor que funcionan como estrategias de locución e ilocución y que además dotan
a todo el poema de un ritmo que es, a su vez, una incitación análoga al
contenido del poema.
Nadia Zulem Olguín Carrillo
Bibliografía:
GIMFERRER, Pere, Lecturas de Octavio Paz. Barcelona: Anagrama, 1980.
GUERRERO, Maricela, “Piedra de Sol,
1957”, en Letras libres, [En línea] <http://www.letraslibres.com/blogs/polifonia/piedra-de-sol-1957> (Página consultada el
12-marzo-2016).
PAZ, Octavio, Libertad bajo palabra. México: Fondo de Cultura Económica, 1995.
_________. El arco
y la lira. México: Fondo de Cultura Económica, 1972.
VERANI, Hugo J., Octavio Paz: el poema como caminata. México: Fondo de Cultura
Económica, 2013.
VITAL, Alberto, Alexandra Saavedra Galindo et al (comp. ed.), Manual
de pragmática de la comunicación literaria. México: Universidad Nacional
Autónoma de México, 2014.
Imágenes:
"Octavio paz Circularidad" en:
Imagen "Poesía y ritmo" en:
[1]
César Cañedo, “Implicaturas, presupuestos y sobreentendidos” en Manual
de pragmática de la comunicación literaria. México: UNAM, 2014, p. 148.
[2]
Octavio Paz, “Piedra de Sol” en Libertad
bajo palabra. México: FCE, 1995, p. 245.
[3] Idem.
[4] Pere
Gimferrer, Lecturas de Octavio Paz. Barcelona:
Anagrama, 1980, p. 34.
[5]
Hugo J. Verani, Octavio Paz: el poema
como caminata. México: FCE, 2013, p.
89.
[6] Manual de pragmática de la comunicación
literaria, p. 294.
[7] Ibid., p. 293.
[8] Octavio
Paz, El arco y la lira. México: FCE, 1972, p. 57.
[10] Pere Gimferrer, op. cit., p. 28.
[11]
Véase Adriana Haro, “Conectivos y otras palabras de enlace” en Manual de pragmática de la comunicación
literaria, pp. 167-178.
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